domingo, 31 de julio de 2011

Alimentación en la sociedad

Evolución histórica de la gastronomía

Durante el transcurso de la Historia el hombre ha manifestado las características propias de su naturaleza. Como un ser compuesto por materia, posee una serie de capacidades y necesidades físicas que aprovecha y satisface mediante el uso  de su inteligencia y su voluntad, que son característica de su espiritualidad. Con el tiempo, y al aprovechar los recurso naturales que encuentran a su alrededor, el hombre desarrolla y mejora sus condiciones de vida.
Por otra parte, los frutos de la actividad inteligente y creativa del hombre, que lo conforman en su totalidad, son transmitidas de un hombre a otro, puesto que es un ser social, que vive y se desarrolla junto con otros seres humanos. Esto da lugar a la cultura o civilización de la humanidad, que queda plasmada en sus ideas, costumbres, tradiciones y modo de vida.
El hombre primitivo vivía en las copas de los árboles; en la época del paleolítico y del neolítico habitaba en cuevas y en chozas, respectivamente, en la edad de los metales ya construía cosas de piedra y formaba villas. Más adelante edificó magníficos palacios y todo tipo de construcciones hasta llegar a las casas que existen hoy en día.
Así como el hombre buscó un lugar para alojarse, también tenía otras necesidades físicas primarias, como era la de vestirse y alimentarse. Con el transcurso del tiempo se ha visto cómo el hombre (que en un principio comía lo que podía satisfacer su hambre)  fue evolucionando y encontrando una forma agradable y placentera de satisfacer esta necesidad vital. Descubrió también cuáles de estos alimentos eran mejores para su salud y cuáles podían serle perjudiciales.
Y así como fue progresando en su alimentación también fue creando una forma más digna de alimentarse: horarios para las comidas, el uso de la mesa, manteles servilletas, vajilla, vasos, cubiertos, etcétera. Todas estas manifestaciones de refinamiento hacen más agradable la vida humana y la convivencia con los demás. La gastronomía proporciona el conocimiento de las maneras adecuadas para dar un servicio a los demás, tan importante en el desarrollo de la humanidad y las características de la dignidad humana.
Hay autores (como Pierre Bearn) que opinan que la gastronomía es un arte tan difícil, que le perfecto gastrónomo no existe. Éste no sólo debería tener un paladar y gusto refinado, sino conocer todo sobre los alimentos, sus características y diferencias; combinaciones, diversos procedimientos para prepararlos y presentarlos, la historia del buen comer, los mejores restaurantes y proveedores; los principales autores de libros gastronómicos y los grandes cocinero; las características de las diversas cocinas en el mundo; en fin todo lo referente al arte culinario.
Es una realidad que los gustos y costumbres en materia alimenticia varían considerablemente entre épocas y lugares. Lo que en ciertas civilizaciones se juzga delicios, en otras su consumo constituye una aberración. Lo que en algún tiempo se tuvo por refinado, en otro se vio como vulgar.
Pero siempre ha habido alguien que nos recuerde que es bueno disfrutar del comer y beber, pero es repugnante hacerlo en exceso o vivir para ello. Bien dice Brillat Savarin, célebre gastrónomo nacido en el siglo XVIII, que los que se indigestan o emborrachan no saben comer ni beber. El famoso literato inglés Cleve S. Lewis, en su ameno y sabio libro Cartas del diablo a su sobrino, nos presenta el aislar y exagerar el placer de comer para producir la glotonería como una treta diabólica. Por otra parte, las posturas petulantes y orgullosas de algunos gourmands han merecido críticas y burlas desde la antigüedad. Y La cuisine et la Table nos hace ver que, unido al placer del gusto, debe estar una valoración moral y social.
Independientemente de las diferencias que hayan existido y que existirán en materia culinaria, la gastronomía es verdaderamente un arte cuando en ella se dan los valores trascendentales: la verdad, el bien y la belleza

Monroy de Sada P. 2004. Introducción a la Historia de la Gastronomía. Limusa. Editores. México.